miércoles, 10 de diciembre de 2008

Aparatos que uno se encuentra en la cocina de una casa china

Voy a comentar un par de cosas curiosas.

Ya sabemos que el arroz es muy importante en la comida china. Desde que he llegado aqui, no ha habido prácticamente ni un solo día que no haya tenido que comer algo de arroz. Hasta que al final he decidido tratar de no comer arroz todos los días , aunque me pongan en el plato, o acabaré odiándolo y poniéndome como una vaca.

Pero a lo que vamos. En la cocina de mi casa, tengo un trasto que ocupa media cocina, que sirve única y exclusivamente para preparar arroz. El arroz sale de esta maquina completamente cocinado, listo para poner en un cuenco y comerlo a pelo, o mezclarlo con otras cosas.
Los chinos suelen ir picoteando de otros platos, y van "mojando" el arroz con lo que van picando.
Cuando ya queda poco arroz en el cuenco, suelen llenarlo con algo de sopa, calentando de esta manera el arroz que queda y haciéndolo más sabroso.

He aqui la foto de la maquinita. Yo por mi , la desenchufaría y la guardaría. Es un mamotreto. Se podría preparar arroz perfectamente hirviendo agua y añadiendo arroz luego, pero Chun dice que nanai, que la textura no es la misma y bla bla bla ... asi que hay que apechugar con ella.


Y luego tenemos la otra maquinita que esta permanentemente en marcha : el calentador de agua. Bueno esta otra maquina tiene más sentido y mas utilidad. Se trata de una máquina que mantiene caliente el agua que hay en su interior. Además se supone que la purifica y tal.
Es decir, coges el agua del grifo, la viertes en esta máquina, y te sale agua hirviendo. Creo que ya he comentado también que para los chinos, el agua fría no es nada saludable. Todo lo más que suelen beber es agua templada.
Asi que esta máquina esta siempre a punto para hacer un té, un café, o hasta tomarse un medicamento. No esta mal, aunque a mí esta máquina de poco me sirve, lo que pasa es que ocupa un montón de espacio. Yo me he calentado el agua toda la vida a base de gas butano y cacerolas.
Eran otros tiempos...

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